segunda-feira, junho 21, 2004
ESPAÑA A LLORAR SUS PENAS
Transcrito do ElMundo de hoje :
MADRID.- Empezó avasallada por la urgencia de Portugal y acabó dominando cuando era ella la que se achicharraba. El caso es que esta vez no superó ni siquiera la primera fase al caer con su vecina (0-1) en un partido en el que le valía un simple empate. Un gol de Nuno Gomes en el arranque del segundo acto condena a España a su lugar de tradición en la alta competición: el purgatorio de los 'favoritos' que nunca se confirman.
Se reeditó un clásico archileído e intemporal, que va por incontables ediciones. Pero esta vez ni árbitros ni gaitas que valgan: será la incapacidad genética de los futbolistas bajo esta bandera para manejarse en situaciones de alto riesgo y de entrenadores que dicen tenerlo muy claro y acaban con empanadas mentales. ¿O será que canjeamos los colores de club por los patrios 15 días cada 4 años y creemos ser los mejores y además unos campeones? Otra cosa es la cuestión de la identidad. España, a diferencia de Alemania, Italia, Holanda etc etc no tiene modelo propio: no sabe a lo que juega por encima del sabio de turno que ocupe el cargo.
(...)
(...)
En el segundo acto, ya con Portugal con menos resuello y con Figo abrigado por el centro, España cometió el error de creerse indemne a la desgracia, la señora que siempre le persigue con saña. La sensación era bajo control cuando el madridista conectó de primera en la frontal con el recién entrado Nuno Gomes. El delantero del Benfica se revolvió en un palmo y enganchó un sopapo raso que mandó a España a llorar sus penas al purgatorio de siempre.
Transcrito do ElMundo de hoje :
MADRID.- Empezó avasallada por la urgencia de Portugal y acabó dominando cuando era ella la que se achicharraba. El caso es que esta vez no superó ni siquiera la primera fase al caer con su vecina (0-1) en un partido en el que le valía un simple empate. Un gol de Nuno Gomes en el arranque del segundo acto condena a España a su lugar de tradición en la alta competición: el purgatorio de los 'favoritos' que nunca se confirman.
Se reeditó un clásico archileído e intemporal, que va por incontables ediciones. Pero esta vez ni árbitros ni gaitas que valgan: será la incapacidad genética de los futbolistas bajo esta bandera para manejarse en situaciones de alto riesgo y de entrenadores que dicen tenerlo muy claro y acaban con empanadas mentales. ¿O será que canjeamos los colores de club por los patrios 15 días cada 4 años y creemos ser los mejores y además unos campeones? Otra cosa es la cuestión de la identidad. España, a diferencia de Alemania, Italia, Holanda etc etc no tiene modelo propio: no sabe a lo que juega por encima del sabio de turno que ocupe el cargo.
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En el segundo acto, ya con Portugal con menos resuello y con Figo abrigado por el centro, España cometió el error de creerse indemne a la desgracia, la señora que siempre le persigue con saña. La sensación era bajo control cuando el madridista conectó de primera en la frontal con el recién entrado Nuno Gomes. El delantero del Benfica se revolvió en un palmo y enganchó un sopapo raso que mandó a España a llorar sus penas al purgatorio de siempre.